A Rocío Nahle se le salió de control la seguridad en Veracruz: elecciones marcadas por la violencia

5/23/20252 min read

A unas semanas de las elecciones locales, Veracruz se encuentra inmerso en una espiral de violencia que ha superado por completo la capacidad de respuesta del gobierno estatal, encabezado por la morenista Rocío Nahle. Lo que debía ser una fiesta democrática se ha transformado en una campaña manchada por el miedo, las amenazas y la inseguridad.

De acuerdo con el analista político Alfonso Basilio, socio director de Político MX, la campaña en Veracruz es la más violenta del país. En entrevista con MVS Noticias, advirtió que “estamos viendo muchas cosas” preocupantes en esta entidad, en alusión directa al creciente número de agresiones contra actores políticos y ciudadanos en general.

La situación evidencia la total incapacidad del actual gobierno estatal para garantizar la seguridad durante el proceso electoral. Bajo la administración de Rocío Nahle, Veracruz ha escalado peligrosamente en niveles de riesgo político y social, mientras la mandataria guarda silencio o emite declaraciones que contrastan con la dura realidad que viven los veracruzanos.

Las cifras lo dicen todo: más del 87% de la población veracruzana se siente insegura, y los recientes hechos de violencia política no hacen más que confirmar el abandono de la gobernabilidad en uno de los estados más importantes del país.

Paradójicamente, a pesar del clima de violencia, los candidatos de Morena encabezan algunas encuestas, como es el caso de Daniela Griego en Xalapa o Rosa María Hernández en Veracruz Puerto, lo que ha levantado sospechas sobre la equidad del proceso y el uso del aparato estatal para influir en el resultado electoral.

La percepción ciudadana es clara: la seguridad se le salió de las manos a Rocío Nahle, y los veracruzanos están pagando las consecuencias. Las calles que deberían estar protegidas por el Estado son ahora territorios en disputa, y la campaña electoral, un campo de batalla donde la violencia parece tener más espacio que las propuestas.

Veracruz exige respuestas, no evasivas; exige paz, no discursos. Porque mientras la administración morenista se enfoca en sostener el poder, la gente en los municipios vive con miedo y desconfianza.