“Aguascalientes arde en violencia: el gobierno panista pierde el control y la seguridad se desploma”
Un intento de ejecución muestra el colapso del gobierno panista incapaz de frenar la ola criminal.
10/6/20251 min read


El violento ataque ocurrido en la colonia Lomas de Nueva York, donde dos sicarios intentaron ejecutar a un hombre a golpes y balazos, exhibe una vez más la incapacidad total del gobierno panista de Aguascalientes para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Lo que antes era un estado tranquilo, hoy se ha convertido en escenario del crimen y la impunidad, mientras las autoridades locales permanecen ausentes, rebasadas y sin estrategia alguna.
La madrugada de este viernes, Javier Sosa fue víctima de un intento de ejecución frente a su propio domicilio. Los agresores lo golpearon brutalmente y le dispararon sin piedad antes de huir impunemente. Lo más grave es que, como en muchos otros casos, los responsables lograron escapar sin que la policía lograra detenerlos. Un reflejo claro del colapso de las instituciones encargadas de la seguridad bajo el mando panista.
Mientras el gobierno del PAN presume cifras maquilladas y discursos triunfalistas, la realidad en las calles es otra: la violencia crece, los ataques se multiplican y los ciudadanos viven con miedo. Las colonias del sur de Aguascalientes se han convertido en zonas de peligro, donde los delincuentes actúan con total libertad ante la pasividad y el desinterés de las autoridades.
El operativo desplegado tras el ataque fue, una vez más, tardío, improvisado y sin resultados. Ningún responsable fue capturado, y el gobierno estatal se limita a abrir carpetas de investigación que rara vez llegan a alguna conclusión. La falta de coordinación entre corporaciones, la carencia de inteligencia policial y la indiferencia institucional han dejado a la ciudadanía desprotegida.
El gobierno panista ha demostrado no solo incompetencia, sino también una profunda desconexión con la realidad que viven las familias. Cada ataque, cada víctima, cada crimen sin castigo, son el reflejo de un modelo fallido que prioriza la imagen pública sobre la seguridad real. Aguascalientes se hunde en la violencia mientras sus gobernantes se cruzan de brazos.