Aguascalientes bajo el horror: violencia desbordada y omisión del gobierno panista

La violencia se apodera de Aguascalientes mientras el gobierno panista permanece ausente ante un clima de terror e impunidad.

10/13/20252 min read

AGUASCALIENTES.— La violencia en Aguascalientes ha alcanzado niveles alarmantes mientras el gobierno panista se muestra incapaz de garantizar la seguridad más básica para su población. El hallazgo de un torso humano abandonado en una bolsa en un camino de terracería, en la zona de Rancho Seco, Jesús María, es una muestra más del deterioro social y del fracaso absoluto en materia de seguridad que vive el estado.

Las autoridades locales intentan minimizar el horror, pero los hechos hablan por sí solos: cuerpos desmembrados, ejecuciones y desapariciones se han vuelto parte de la cotidianidad. La Fiscalía General del Estado apenas logra reaccionar ante cada nuevo crimen, limitándose a “cotejar hallazgos” mientras la ciudadanía vive con miedo y sin respuestas. Esta es la realidad de un Aguascalientes que, bajo el gobierno panista, se desangra en la impunidad.

El hallazgo de este torso humano, que se suma a las extremidades localizadas días antes, ha dejado claro que los criminales actúan con total libertad, sin temor ni a la justicia ni a las autoridades. La falta de una estrategia seria y la evidente descomposición institucional reflejan un gobierno indolente, más preocupado por la imagen que por la vida de su gente.

Mientras los discursos oficiales intentan proyectar una falsa sensación de control, los hechos confirman lo contrario: las calles de Aguascalientes se han vuelto escenarios de terror. Las y los ciudadanos viven atemorizados, enfrentando cada día la incertidumbre de no saber si regresarán con vida a casa.

La violencia no apareció de la nada. Es el resultado de años de abandono, de corrupción y de una política de seguridad fracasada encabezada por quienes hoy intentan culpar a todos menos a sí mismos. El hallazgo del torso humano en Jesús María no es un hecho aislado: es el reflejo más crudo de un gobierno panista que perdió el rumbo, la autoridad y la confianza de su gente.

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