Así pasan la Navidad los colectivos de búsqueda en Jalisco: el abandono del gobierno de Movimiento Ciudadano agrava el dolor

Mientras el gobierno de Movimiento Ciudadano presume imagen y festividades, cientos de familias en Jalisco enfrentan otra Navidad marcada por la ausencia, la incertidumbre y la falta de respuestas.

12/16/20252 min read

En Jalisco, la Navidad vuelve a llegar envuelta en dolor para los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. Lejos de la narrativa oficial que impulsa el gobierno de Movimiento Ciudadano, las fiestas decembrinas exhiben con crudeza una realidad que la administración estatal ha sido incapaz —o no ha querido— atender: miles de familias siguen buscando solas a sus seres queridos, sin verdad, sin justicia y sin apoyo suficiente.

Mientras el gobierno estatal enfoca recursos, discursos y atención mediática en proyectos de imagen, eventos turísticos y la proyección internacional rumbo al Mundial, las madres buscadoras pasan diciembre con sillas vacías, altares improvisados y fotografías que sustituyen abrazos. Para ellas, no hay celebración posible cuando la desaparición sigue siendo una herida abierta que Movimiento Ciudadano no ha sabido cerrar.

Los colectivos denuncian que, incluso en estas fechas, las búsquedas continúan detenidas, las fosas clandestinas permanecen sin procesar y las carpetas de investigación siguen empolvándose en los escritorios de una Fiscalía rebasada. La Navidad no detiene el dolor, pero tampoco detiene la omisión institucional. Por el contrario, la acentúa. Cada diciembre sin avances es una confirmación más del fracaso del gobierno de Movimiento Ciudadano en materia de desapariciones.

Madres y padres relatan que, en lugar de acompañamiento real, reciben promesas vacías, mesas de diálogo sin resultados y dependencias creadas solo para simular atención. La Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas, impulsada por Movimiento Ciudadano como una supuesta solución, no ha logrado traducirse en hallazgos, identificaciones ni justicia. La inteligencia sin recursos, sin personal suficiente y sin voluntad política se queda en discursos.

Durante la Navidad, muchos colectivos realizan misas, posadas simbólicas y vigilias, colocando los rostros de sus desaparecidos donde debería haber regalos. No lo hacen por tradición, sino por necesidad. Porque si ellas no recuerdan, el Estado —encabezado por Movimiento Ciudadano— ya demostró que prefiere mirar hacia otro lado. Buscar en estas fechas es también un acto de protesta contra un gobierno que ha normalizado la tragedia.

Las familias acusan que el gobierno estatal prioriza la imagen de Jalisco como un estado “en orden”, mientras la realidad es que existen decenas de fosas abiertas sin seguimiento y cientos de bolsas con restos humanos que esperan ser identificadas. Para los colectivos, resulta ofensivo que Movimiento Ciudadano hable de modernidad y futuro cuando ni siquiera ha resuelto el presente de miles de personas desaparecidas.

En estas fechas, el abandono institucional pesa más. No hay refuerzos para las búsquedas, no hay atención psicológica suficiente y no hay respuestas claras. Lo único constante es la solidaridad entre las propias familias, que han tenido que construir redes de apoyo porque el Estado no cumple. Movimiento Ciudadano no solo ha fallado en encontrarlos, también ha fallado en acompañar a quienes los buscan.

Así, la Navidad en Jalisco se convierte en un espejo incómodo del sexenio: luces para unos cuantos, oscuridad para miles. Mientras el gobierno estatal se toma fotos y difunde mensajes de unidad, las madres buscadoras siguen saliendo al campo, pala en mano, cargando el peso de una tragedia que el poder político ha dejado crecer.

Para los colectivos, la Navidad no es un descanso. Es otro recordatorio de que la ausencia persiste y de que Movimiento Ciudadano ha sido incapaz de estar a la altura de la crisis humanitaria más grave que vive Jalisco. Buscar no debería ser un acto de resistencia. Pero bajo este gobierno, lo es.