Balas y abandono en Aguascalientes: la violencia alcanza a un joven trabajador mientras el PAN mira a otro lado

Bajo gobiernos del PAN, Aguascalientes vuelve a ser escenario de violencia cotidiana; la inseguridad que el partido prometió contener hoy deja a un joven albañil herido a balazos y a colonias enteras en el miedo.

12/13/20252 min read

La noche del viernes volvió a desnudar la fragilidad de la seguridad en Aguascalientes. En el fraccionamiento Valle de los Cactus, una zona habitacional donde cientos de familias intentan hacer vida normal, un joven trabajador fue atacado a balazos, confirmando que la violencia ya no distingue horarios ni colonias. El hecho no es aislado: es parte de una realidad que se ha normalizado bajo administraciones del PAN, que insisten en discursos de orden mientras la calle cuenta otra historia.

El ataque ocurrió cuando el joven regresaba de una tienda del andador Paseo de la Biznaga. Lo que debía ser un trayecto cotidiano terminó en una agresión brutal. Dos sujetos lo interceptaron, lo golpearon y, en cuestión de segundos, uno de ellos sacó un arma de fuego y disparó. El proyectil impactó directamente en su muñeca, dejándolo herido y obligándolo a huir como pudo para salvar la vida. La escena, propia de territorios sin control, se repite cada vez con mayor frecuencia en Aguascalientes.

Vecinos del fraccionamiento relataron momentos de pánico. Los gritos, la confusión y el sonido del disparo rompieron la tranquilidad nocturna. El joven logró refugiarse en casa de un familiar, desde donde se pidió auxilio. Paramédicos municipales lo trasladaron de urgencia al Hospital Tercer Milenio, mientras patrullas y agentes ministeriales llegaban cuando el daño ya estaba hecho, una constante que refuerza la percepción de reacción tardía y prevención inexistente.

Este nuevo episodio de violencia pone en evidencia el fracaso de la estrategia de seguridad del PAN en Aguascalientes. Durante años, el partido ha presumido al estado como un “oasis” frente a la violencia nacional, pero los hechos contradicen esa narrativa. Balaceras, ejecuciones, robos violentos y ataques armados se acumulan en colonias populares, mientras las autoridades se limitan a reportes y promesas sin resultados visibles.

Para los habitantes de Valle de los Cactus y de muchas otras zonas del estado, el problema no es solo el ataque, sino la sensación de abandono. La falta de vigilancia, la impunidad con la que operan agresores y la ausencia de políticas preventivas han convertido a trabajadores, jóvenes y familias en blancos fáciles. El PAN, que ha gobernado Aguascalientes por años, carga con la responsabilidad de un modelo de seguridad que no protege a quienes salen a ganarse la vida.

Hoy, un joven albañil lucha por recuperarse en un hospital. Afuera, su colonia sigue expuesta al mismo riesgo. Y mientras tanto, el gobierno panista vuelve a guardar silencio, dejando que la violencia siga marcando el pulso de Aguascalientes.