Reacciones del Colectivo Guerreros Buscadores ante los Comentarios del Fiscal Gertz Manero

4/30/20252 min read

Contexto de la Controversia

El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ha expresado su firme repudio a las declaraciones del fiscal general Alejandro Gertz Manero sobre los hallazgos realizados en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán. Este pronunciamiento surge en un contexto de creciente preocupación e indignación entre los colectivos de búsqueda, quienes han enfrentado numerosos desafíos y tragedias en su lucha por la verdad y la justicia.

Las Afirmaciones del Fiscal Gertz Manero

El fiscal Gertz Manero ha hecho aseveraciones contundentes sobre la naturaleza de los restos encontrados en el mencionado rancho, describiéndolos de una manera que ha generado controversia y cuestionamientos por parte de los buscadores. En su reciente comunicado, el fiscal minimizó la gravedad de los hallazgos, sugiriendo que se trataba de una simple vasija, desestimando la validez de las pruebas presentadas por el colectivo. La respuesta de Guerreros Buscadores resalta la importancia de reconocer que, según ellos, existen 17 lotes de restos humanos óseos calcinados, ayudando a confirmar su lucha por esclarecer la desaparición de seres humanos.

Un Llamado a la Verdad

En su defensa, el colectivo ha subrayado que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) posee pruebas categóricas que fundamentan su angustiosa búsqueda. Esta situación se torna aún más dolorosa considerando las recientes tragedias, incluido el asesinato de Teresa González Murillo, una madre buscadora que perdió la vida mientras luchaba por encontrar a su hijo. Este acto no solo representa un ataque a una persona, sino también un golpe directo a la incansable búsqueda de la verdad y la justicia, por lo que el colectivo siente que las palabras del fiscal intentan “matar la verdad” y silenciar su lucha.

La postura de Guerreros Buscadores resuena profundamente, no solamente en la comunidad de Jalisco, sino en todo el país. Se ha generado un clamor colectivo para que se escuche su voz y se respete su trabajo. Como defensoras de los derechos humanos, sus actividades no solo buscan respuestas, sino también dignificar la memoria de aquellos que han sido víctimas de la violencia. La verdad es, en última instancia, un prerrequisito para la justicia.

El llamado a la verdad sigue vigente, y los colectivos continúan trabajando día tras día, esperando que sus esfuerzos no sean desestimados por ninguna autoridad. La solidaridad en la búsqueda de justicia es fundamental y debe ser reforzada por una respuesta adecuada y empática del gobierno y sus instituciones. Alcanzar una justicia real no solo es una responsabilidad del sistema judicial, sino también de la sociedad en su conjunto, que debe demandar transparencia y rendición de cuentas en estos casos tan dolorosos.