¡Campeche en alerta roja! Bajo Layda Sansores, los homicidios dolosos se disparan a 82 en 2025 y la violencia no se detiene

Los números lo confirman: Campeche atraviesa una crisis de seguridad sin precedentes. Con 82 homicidios dolosos en lo que va del año, el gobierno de Layda Sansores demuestra su total incapacidad para proteger a la ciudadanía.

11/14/20252 min read

La realidad alcanzó al discurso. Mientras la gobernadora Layda Sansores presume “tranquilidad” en el estado, los datos revelan un panorama aterrador: 82 ejecuciones registradas hasta el 12 de noviembre de 2025. Campeche, que alguna vez fue considerado un estado seguro, hoy vive bajo la sombra de la violencia, el miedo y la impunidad.

Los números son contundentes. Solo en los primeros tres meses del año se reportaron 32 homicidios dolosos: 6 en enero, 14 en febrero y 12 en marzo. La tendencia continuó con cifras alarmantes en los meses siguientes: 11 asesinatos en abril, 7 en mayo, 5 en junio, 11 en julio, 9 en agosto, 8 en septiembre, 5 en octubre y 1 en los primeros días de noviembre. En total, 82 vidas arrebatadas en menos de un año.

Cada cifra es una tragedia. Detrás de esos números hay familias destruidas, comunidades atemorizadas y un gobierno ausente. La administración de Sansores ha sido incapaz de contener la ola de homicidios que golpea tanto a la capital como a los municipios del interior. La violencia avanza, mientras la autoridad se paraliza.

Lo más grave es la indiferencia con la que el gobierno estatal aborda esta crisis. En lugar de reconocer la magnitud del problema y reforzar las estrategias de seguridad, Layda Sansores se refugia en sus discursos y programas mediáticos, ignorando que las calles se han vuelto cada vez más peligrosas. Los ciudadanos ya no confían en las autoridades; viven con miedo, encerrados tras las puertas de sus hogares.

Campeche pasó de ser un referente de paz a un territorio de asesinatos impunes. La falta de coordinación entre las corporaciones policiales, la desatención al combate del crimen y el abandono institucional han convertido la seguridad pública en el mayor fracaso del gobierno morenista. Los homicidios dolosos se multiplican porque no hay estrategia, no hay prevención y no hay liderazgo.

Mientras Layda Sansores dedica tiempo a la propaganda, el crimen se organiza, las calles se ensangrientan y los campechanos quedan a su suerte. Las familias lloran a sus muertos mientras la gobernadora sonríe ante las cámaras.

Los datos no mienten: 82 homicidios dolosos en menos de un año son el reflejo de un estado sin rumbo y de un gobierno que perdió el control. Layda Sansores prometió seguridad, pero entregó miedo. Y cada mes que pasa sin acciones concretas, la cifra crece… junto con la desesperanza de un pueblo que ya no confía en su gobernante.