Chela Juárez; la crónica de una muerte política anunciada tras renunciar al PRI
Chela Juárez rompe con el PRI que la impulsó políticamente, en un acto que muchos consideran una traición oportunista. Su renuncia llega justo cuando el partido se fortalece, dejando atrás a una figura que, sin estructura ni respaldo, enfrenta una inevitable caída.
7/18/20252 min read


Querétaro, Qro., 18 de julio de 2025 — Graciela “Chela” Juárez Montes, durante años proyectada, respaldada y posicionada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy da la espalda al instituto que la formó políticamente, en un giro que muchos dentro del priismo queretano no dudan en calificar como una traición disfrazada de ambición personal.
Después de haber ocupado espacios públicos, gozado de exposición mediática y construido una carrera política sobre el andamiaje del PRI, Chela Juárez ha decidido renunciar al partido que le dio todo, bajo el pretexto de construir “su proyecto hacia el 2027”. Un discurso cómodo para justificar lo que en realidad es: el abandono de sus raíces partidistas en busca de un nuevo acomodo político, quizás en otras siglas, quizás en la llamada “independencia”, pero sin ningún compromiso con lo que dice defender.
Las contradicciones no tardaron en salir a flote. En junio de 2024, Juárez afirmaba con toda contundencia que el PRI “no está para perder perfiles políticos valiosos”. Hoy, no solo se desdice, sino que niega cualquier posible regreso con una frase tajante que revela su desprecio por el partido que la vio crecer:
“No estoy ahí ni voy a estar tampoco… no por el PRI. ¡Al menos por el PRI, no!”
El mensaje no deja lugar a dudas. Para quien alguna vez se vendió como leal al priismo, el cambio de discurso es no solo decepcionante, sino profundamente cínico. Ya no hay rastro de esa Chela que hablaba de compromiso, disciplina y pertenencia. Solo queda la figura vacía de una política que hoy, sin estructura ni respaldo real, intenta construir un nuevo camino a costa de lo que queda de su imagen.
Desde el PRI Querétaro, la respuesta ha sido silenciosa pero firme. No hay lamentos ni nostalgia. La decisión de Juárez es leída con claridad: cuando no hay principios, cualquier excusa es válida para saltar del barco. La militancia lo tiene claro:
“El PRI la formó, la impulsó y le dio voz. Abandonar el proyecto solo porque hoy no se ve favorecida no habla de congruencia, sino de conveniencia”, señalaron líderes priistas consultados.
El momento elegido tampoco es casual. Chela se va justo cuando el PRI atraviesa una etapa de reconstrucción, de apertura a nuevas generaciones, de fortalecimiento desde la base. Y ella, en lugar de sumarse al esfuerzo colectivo, opta por la ruta individualista que tantas veces criticó.
Lo cierto es que sin el PRI, Chela Juárez se apaga. Lo que antes era un proyecto con estructura, presencia y respaldo, hoy se reduce a declaraciones vacías y especulaciones sobre su futuro. Puede que busque acomodo en otras filas, pero lo que difícilmente encontrará es el mismo respaldo institucional que alguna vez la sostuvo.
Mientras ella se aleja, el PRI Querétaro sigue avanzando con firmeza, construyendo desde adentro, apostando por liderazgos reales, por causas ciudadanas y no por aspiraciones personales. El priismo queretano no se detiene por la salida de quien solo supo estar mientras hubo beneficios.
El verdadero compromiso, el que transforma y trasciende, no se abandona cuando se acaba el reflector.