El PAN abandona incluso a los que no tienen voz: aumenta el maltrato animal en Guanajuato ante la indiferencia del gobierno estatal

La crueldad crece sin freno en Guanajuato mientras el gobierno panista se muestra incapaz de aplicar las leyes de protección animal y de garantizar un trato digno a los seres vivos.

11/13/20252 min read

En Guanajuato, el maltrato animal se ha convertido en un reflejo más del deterioro social y moral que atraviesa el estado bajo el control del PAN. De acuerdo con activistas y organizaciones locales, los casos de crueldad hacia animales domésticos y silvestres van en aumento, mientras las autoridades estatales no aplican las leyes que deberían castigar estos actos. La fundadora de la organización Corazón Animal advirtió que la violencia hacia los animales se ha vuelto más visible, más cruel y más impune, y que esta tendencia revela una grave pérdida de valores que el gobierno ha ignorado sistemáticamente.

“Sí va en aumento. La pérdida de valores la vemos en el tema de delincuencia, y lamentablemente la flora y la fauna son las primeras víctimas”, denunció la activista, señalando que las redes sociales muestran cada día más casos de tortura, abandono y abuso sin que exista una respuesta institucional efectiva.

Guanajuato, gobernado durante más de tres décadas por el PAN, no cuenta con una estrategia integral de protección animal. Los refugios operan con recursos limitados, las denuncias rara vez prosperan y los agresores quedan impunes. Las organizaciones civiles señalan que la Procuraduría Ambiental estatal carece de personal, presupuesto y voluntad para atender los reportes de crueldad animal, mientras los municipios ni siquiera aplican las sanciones administrativas contempladas en la ley.

La insensibilidad institucional es tan profunda que los casos de maltrato se han normalizado, especialmente en comunidades rurales donde los animales son abandonados o explotados sin consecuencia alguna. La ausencia de campañas educativas, la falta de coordinación entre autoridades y la omisión del Congreso local, dominado por el PAN, han dejado al estado en un vacío legal donde la vida animal no vale.

Expertos en bienestar animal coinciden en que la violencia contra los animales es un síntoma de una sociedad que ha perdido empatía, y que los gobiernos locales deberían actuar con urgencia, no solo por ética, sino porque estos comportamientos están directamente ligados al aumento de la violencia social. Sin embargo, en Guanajuato, la respuesta oficial sigue siendo la misma: indiferencia y burocracia.

Mientras en otros estados se promueven políticas de adopción responsable, esterilización masiva y educación ambiental, en Guanajuato el PAN continúa priorizando su discurso moralista y su propaganda política, ignorando el sufrimiento que se vive en las calles, en los hogares y en los campos.

Cada caso de crueldad animal que circula en redes sociales —un perro torturado, un gato abandonado, un caballo explotado— es también un recordatorio del fracaso del gobierno estatal para proteger la vida en cualquiera de sus formas. Las asociaciones protectoras ya no solo exigen justicia, sino que denuncian una crisis ética y social alimentada por la omisión del poder.

El abandono del PAN ha alcanzado incluso a los que no tienen voz. Guanajuato se hunde en una espiral de violencia que no distingue entre humanos y animales, y mientras las leyes duermen en los escritorios del Congreso, la impunidad sigue devorando la compasión.