¡El peor estado del país! Las "ocurrencias" de Layda hunden la economía de Campeche mientras su fortuna familiar se multiplica

Campeche se desploma bajo el mando de Morena: crisis económica, desempleo y desconfianza, mientras la gobernadora Layda Sansores y su familia parecen ser los únicos beneficiados.

10/23/20252 min read

Campeche atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Bajo el mando de Layda Sansores y su gobierno morenista, la economía estatal no solo se ha estancado: ha retrocedido. Las inversiones desaparecen, el desempleo aumenta y el clima de incertidumbre aleja a cualquier empresa que intente asentarse en la entidad. Mientras tanto, las “ocurrencias” políticas de la gobernadora, más centradas en el espectáculo y la propaganda, han hundido cualquier posibilidad de recuperación real.

Los datos son contundentes: Campeche es hoy el peor estado del país en desempeño económico, según diversos indicadores nacionales. La falta de planeación, el abandono de los sectores productivos y la nula atracción de inversión privada reflejan un gobierno sin rumbo. Las pequeñas y medianas empresas agonizan, el comercio informal se multiplica y las familias campechanas enfrentan día a día una crisis sin precedentes. Sin embargo, la mandataria insiste en decir que “todo va bien”, repitiendo un discurso que ya nadie cree.

Mientras los campechanos sufren los estragos de la pobreza y la falta de empleo, el entorno familiar de Layda Sansores parece vivir una realidad completamente distinta. Crecen los rumores sobre el enriquecimiento inexplicable de sus allegados y la expansión de negocios vinculados a su círculo cercano. En las calles, la percepción es clara: el dinero no llega al pueblo, sino a los bolsillos de quienes están más cerca del poder.

La incongruencia es tan evidente que resulta insultante. Campeche se encuentra en ruinas, pero el gobierno se dedica a gastar en propaganda, eventos políticos y proyectos sin sentido. No hay resultados tangibles, ni obras que generen desarrollo, ni políticas que impulsen la economía local. Solo hay discursos vacíos y una constante defensa del fracaso, mientras las familias campechanas enfrentan el desempleo, la inseguridad y la desesperanza.

El balance de Morena en Campeche es desastroso. Layda Sansores prometió un gobierno cercano, pero su administración se ha vuelto símbolo de soberbia y desconexión. Hoy, el estado que alguna vez tuvo potencial para crecer es ejemplo nacional de retroceso. Campeche se hunde cada día más, y la única curva ascendente es la de la fortuna de quienes se enriquecen al amparo del poder.