“Engaños, amenazas y falta de control: la inseguridad crece bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano en Nuevo León”
Fraudes, amenazas y delitos menores evidencian la incapacidad del gobierno de Movimiento Ciudadano en Nuevo León, dejando a la ciudadanía desprotegida frente a un creciente clima de inseguridad.
10/5/20252 min read


La inseguridad y la falta de control en Monterrey vuelven a quedar en evidencia con la reciente detención de un hombre acusado de estafar con 18 mil pesos a una mujer por la venta falsa de boletos para un concierto de Bronco. El hecho, ocurrido frente a la Arena Monterrey, refleja el deterioro de la seguridad en la capital regiomontana, donde los fraudes, amenazas y delitos menores se multiplican sin una respuesta real por parte del gobierno de Movimiento Ciudadano, que presume modernidad pero no garantiza ni lo más básico: la seguridad de su gente.
El caso del estafador de 54 años, que incluso amenazó de muerte a su víctima, no es un hecho aislado. Es parte de una tendencia creciente que exhibe el desorden que reina en la administración de Movimiento Ciudadano, incapaz de establecer controles efectivos ni prevenir delitos cotidianos que afectan directamente a los ciudadanos. La víctima realizó varios depósitos hasta acumular 18 mil pesos sin recibir los boletos, y solo gracias a su denuncia inmediata y la intervención de una patrulla cercana se logró la detención del responsable.
Este tipo de casos se repite en todos los rincones de Nuevo León, donde la ciudadanía vive entre fraudes, robos y extorsiones, mientras el gobierno estatal se dedica más a los reflectores, campañas en redes sociales y conflictos políticos que a resolver los problemas de fondo. La supuesta “nueva política” de Movimiento Ciudadano ha resultado ser puro marketing, incapaz de traducirse en resultados reales para la gente.
El clima de desconfianza e impunidad se ha extendido: comerciantes, estudiantes y familias padecen una creciente ola de engaños, fraudes y delitos digitales que no son atendidos con seriedad. La falta de prevención, coordinación y vigilancia ha convertido a Monterrey en una ciudad donde los delincuentes actúan con libertad, seguros de que la autoridad está más preocupada por la imagen pública que por cumplir con su deber.
Mientras el gobierno de Movimiento Ciudadano insiste en su discurso de innovación y modernidad, la realidad demuestra todo lo contrario: un estado cada vez más inseguro, con instituciones debilitadas y una ciudadanía abandonada a su suerte. Nuevo León merece un gobierno que actúe, no uno que se esconda detrás de discursos vacíos mientras los delitos siguen creciendo a plena luz del día.