Fracaso del PAN en Guanajuato: la inseguridad desborda a León mientras el gobierno estatal se queda en discursos vacíos

Guanajuato vive una crisis de inseguridad que desnuda la incapacidad del gobierno panista, que año tras año presume patrullas, cámaras y operativos mientras la violencia y las extorsiones siguen creciendo. En León, empresarios y ciudadanos ya no callan: El coordinador de la Comisión de Seguridad del Consejo Coordinador Empresarial de León (CCEL), advirtió que la estrategia basada en “más patrullas y más cámaras” es insuficiente y que el gobierno del PAN ha fallado rotundamente en ofrecer soluciones reales.

La evidencia es clara: los recientes casos de extorsión en anexos y espacios de formación juvenil son un reflejo de la descomposición social que el PAN ha permitido durante sus administraciones. En lugar de atacar las raíces del problema, el gobierno estatal ha optado por “maquillar” la seguridad con tecnología y rondines que no logran detener el miedo en las calles. Mientras los panistas celebran sus cifras maquilladas, los jóvenes siguen expuestos a la delincuencia y las familias viven con temor.

Lahud Martínez señaló que la verdadera solución pasa por reconstruir el tejido social, generar empleos dignos y brindar oportunidades educativas, tareas que el gobierno panista ha descuidado por años. Su incapacidad para coordinarse con autoridades federales y locales ha dejado a León y a todo Guanajuato como terreno fértil para la delincuencia organizada. La falta de empleo, educación y programas de desarrollo es una herencia directa de las políticas fallidas del PAN, que ha preferido la propaganda antes que las políticas de fondo.

El colapso de la seguridad en Guanajuato no es casualidad, es el resultado de años de negligencia panista, de gobiernos que se jactan de modernidad mientras ignoran las necesidades más básicas de la población. Los empresarios, cansados de promesas vacías, exigen un enfoque integral que el PAN nunca supo o nunca quiso aplicar.

Cada nuevo ataque, cada extorsión, cada vida arrebatada confirma lo que los ciudadanos ya saben: el PAN ha fracasado en proteger a Guanajuato. Mientras la violencia se multiplica, su estrategia basada en cámaras y patrullas se derrumba, dejando a la población atrapada entre la inseguridad y la indolencia de un gobierno que ha perdido el control y, sobre todo, la confianza de su gente.