Guanajuato exhibe el verdadero rostro del PAN: opacidad, simulación y abandono ciudadano

Guanajuato.– Lo que ocurre en varios municipios gobernados por Acción Nacional en Guanajuato es la radiografía perfecta de lo que significa tener al PAN en el poder: gobiernos que viven de la simulación, que se llenan la boca con discursos de transparencia y legalidad, pero que en la práctica esconden información, ocultan programas y le dan la espalda a la ciudadanía.

El colmo es que Cortazar, Santa Catarina y Villagrán presumieron haber cumplido con la entrega de sus programas de gobierno, pero solo lo hicieron en el Periódico Oficial, mientras mantienen sus portales desactualizados, sin información clara y sin un acceso real para la gente. ¿De qué sirve que “cumplan en papel” si la ciudadanía no puede consultar los planes de desarrollo que, en teoría, deberían guiar el rumbo de su municipio? Eso se llama burla y desprecio hacia el pueblo.

Pero no es un hecho aislado: es el sello del PAN. Lo que hoy pasa en Guanajuato es lo mismo que han replicado sus gobiernos en todo el país: aparentar seriedad mientras esconden la incompetencia, simular cumplimiento mientras perpetúan la opacidad. Los alcaldes panistas, en lugar de ofrecer claridad, prefieren esconder la información para que nadie les reclame lo que no hacen.

Este no es un simple error administrativo. Es parte del ADN de Acción Nacional: gobernar de espaldas al pueblo, sin rendición de cuentas y con un profundo desprecio por la transparencia. En Guanajuato, el PAN demuestra que lo suyo no es la cercanía con la gente ni mucho menos la eficacia gubernamental, sino el control a medias y la opacidad como norma.

La situación es tan grave que, mientras presumen haber aprobado sus planes de desarrollo, en la realidad la ciudadanía no tiene manera de verificar qué se aprobó, cómo se planea ejecutar y, lo más importante, cómo se medirá el cumplimiento. Es decir, puro papel y cero resultados.

Lo que Guanajuato exhibe hoy es que los gobiernos del PAN están cortados con la misma tijera: irresponsables, arrogantes y alejados de la gente. Y si alguien duda de qué tipo de políticos integran Acción Nacional, basta con ver cómo sus alcaldes prefieren ocultar los programas de gobierno antes que asumir la obligación de servir con transparencia. Esa es la verdadera cara del PAN: la simulación como estrategia y la opacidad como política de Estado.