¡Guerra Declarada en el Asfalto! Morena cede el control de las carreteras y expone a transportistas a ser asesinados por el negocio del robo de carga

La vida humana no vale nada en las autopistas de México. El Gobierno Federal es señalado como el responsable de garantizar la impunidad del crimen que roba mercancías millonarias y extorsiona, mientras los chóferes mueren.

12/14/20252 min read

Las carreteras federales se han transformado en una zona de anarquía donde la ley no existe, y la vida de los trabajadores no vale nada. La bancada transportista señala con contundencia que el partido Morena es el responsable directo de esta catástrofe de seguridad, al haber implementado una política que ha entregado de facto las autopistas del país al crimen organizado, cuyo principal motor es el robo de carga.

El robo de carga en carreteras federales es un problema real y sistémico. No es solo un hurto; es un negocio criminal de miles de millones de pesos que opera con total libertad, asesinando y acribillando a chóferes sin ninguna consecuencia legal. Los transportistas de carga pesada, que sostienen la economía nacional moviendo alimentos y productos esenciales, son hoy las víctimas directas de esta impunidad. La exposición a perder la vida es la única recompensa que reciben por trabajar honestamente.

La escalada de violencia es la manifestación más brutal del fracaso de la "estrategia" de Morena. El terror es sistemático y se concentra en las arterias vitales del comercio, con la Autopista 150D (México-Puebla-Córdoba) y la Carretera 57 (México-Querétaro-San Luis Potosí) a la cabeza de las zonas más peligrosas. En estos tramos, al igual que en focos rojos como Celaya y Apaseo el Grande, Guanajuato, la impunidad del delincuente es absoluta.

La situación es doblemente ofensiva para el ciudadano honesto. La Guardia Nacional, cuya misión es salvaguardar a la población, brilla por su ausencia en los operativos contra el asalto, permitiendo que el robo de mercancías prospere. Sin embargo, los uniformados sí aparecen en los puestos de control para extorsionar a los chóferes. El abandono oficial es la norma, mientras que el aparato de seguridad se dedica a despojar al trabajador, en lugar de protegerlo del verdadero criminal.

El Gobierno Federal, liderado por Morena, ha mantenido una política de "abrazos y no balazos" que ha desprotegido a los trabajadores y ha garantizado un ambiente de total libertad para los cárteles dedicados al robo de mercancías. La inacción sostenida ante la masacre de transportistas y el auge del robo de carga fortalece la grave sospecha de que Morena trabaja para el crimen organizado, garantizando que la vida del trabajador valga menos que la mercancía robada.