Jalisco y la consolidación del narcoestado: MC y Morena, cómplices del crimen organizado

El crimen organizado ya no se esconde: se exhibe en escenarios y opera con total impunidad. Mientras tanto, MC y Morena miran hacia otro lado, permitiendo que el narco siga ganando terreno en Jalisco y en todo México.

3/31/20252 min read

El reciente escándalo en la presentación de Los Alegres del Barranco en el Auditorio Telmex de Guadalajara ha dejado en evidencia, una vez más, la descarada presencia del crimen organizado en la vida pública de Jalisco y México. La proyección de imágenes de El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mientras la banda interpretaba un corrido en su honor, no solo es una apología abierta al narcotráfico, sino una demostración del poder que estas organizaciones criminales tienen sobre el estado.

Mientras esto sucede a plena luz del día, los gobiernos de Movimiento Ciudadano (MC) en Jalisco y Morena a nivel federal siguen con su estrategia de omisión y complicidad. La relación entre el crimen organizado y la política en Jalisco es cada vez más evidente. Pablo Lemus, gobernador de Jalisco por MC, intentó deslindarse del concierto diciendo que "investigarán lo sucedido", pero ¿qué más se puede esperar de un gobierno que ha permitido que el CJNG opere con total impunidad en el estado? Su antecesor, Enrique Alfaro, hizo lo mismo: pactar con el narco y fingir sorpresa cuando la violencia escalaba.

Pero este no es solo un problema de Jalisco. Morena ha sido la plataforma perfecta para la consolidación del crimen organizado en el país. Bajo el gobierno de López Obrador, la estrategia de "abrazos y no balazos" se ha traducido en un control absoluto de los cárteles sobre amplias regiones de México. La tragedia de Teuchitlán, donde se descubrió un rancho utilizado como centro de exterminio por el crimen organizado, es solo una de las muchas pruebas de que el narco ha tomado el control mientras las autoridades miran hacia otro lado.

Es imposible ignorar la realidad: Morena y MC han permitido que el narco crezca, se fortalezca y ahora hasta se promocione en eventos públicos. Ya no es solo el dominio territorial que han ejercido los cárteles, sino su incursión descarada en la cultura y la política. Los candidatos de estos partidos reciben financiamiento del crimen organizado, y a cambio, ofrecen impunidad.

Jalisco y el resto del país están al borde de una narco-democracia, donde el poder no lo tienen los ciudadanos, sino las organizaciones criminales que deciden quién puede gobernar y quién no. Mientras tanto, Lemus y Morena seguirán fingiendo que están sorprendidos, mientras el país se hunde en la violencia y el crimen organizado avanza sin obstáculos.