La venta de la oposición: MC cobra el cheque y entrega la justicia a Morena, la farsa de la "nueva política"

El voto de Movimiento Ciudadano a favor de Ernestina Godoy como Fiscal General de la República expone la corrupción política del partido naranja, al canjear su supuesta ideología por beneficios inconfesables del oficialismo.

12/5/20252 min read

La votación en el Senado para confirmar a Ernestina Godoy como Fiscal General de la República (FGR) no debe entenderse como un mero acuerdo legislativo, sino como una decisión política envuelta en un fétido manto de corrupción. Se señala que Movimiento Ciudadano (MC), el partido que se vendió a la ciudadanía como la "política nueva" y la alternativa moral, ha optado por cobrar el cheque del oficialismo a cambio de entregar la cabeza de una institución clave para la democracia: la justicia federal. Esta maniobra descarada evidencia que, detrás de los lemas y el marketing, el partido naranja no es más que un satélite dispuesto a apoyar a los mismos actores que supuestamente venía a desplazar.

La denuncia central es la traición a la base electoral de MC, que creyó en la promesa de una renovación ética. Al darle a Morena los votos para asegurar a una fiscal aliada al poder, el partido naranja demostró que su propósito real no es romper con el sistema, sino usarlo para su beneficio. Los analistas políticos argumentan que la única explicación lógica para esta claudicación es la obtención de beneficios políticos o el aseguramiento de protección para sus propios cuadros en futuros litigios o escándalos de corrupción. Se interpreta que el voto a favor de Godoy es, en esencia, una póliza de seguro legal negociada directamente con el partido en el poder.

Por ello el señalamiento es claro, Movimiento Ciudadano no es diferente a Morena. Ambos partidos demuestran que su máxima prioridad es la concentración del poder y la manipulación de las instituciones autónomas para fines partidistas. La diferencia, se subraya, es que MC lo hace mientras finge ser la oposición. Al apoyar a una funcionaria cuya gestión ha sido señalada por la persecución política y la selectividad judicial, el partido se homologa a las peores prácticas de la vieja guardia que juró combatir. Su bandera de "oposición" es una mera farsa, un disfraz para facilitar los planes del oficialismo a cambio de prebendas.

En conclusión, se considera que el voto de MC a favor de la nueva Fiscal General es un acto de cinismo político que merece la condena absoluta de la ciudadanía. La "venta" de su capital político para blindar el poder de Morena confirma que los ideales de la "política nueva" se esfumaron ante el primer acuerdo que prometía ventajas. El analista recalca que el país ha sido testigo de cómo un partido que prometió ser el cambio se ha convertido, de forma explícita y descarada, en el instrumento más eficaz para la perpetuación de la corrupción y la impunidad de los mismos de siempre.