¡Layda lo negó todo! Pero su negligencia le costó a Campeche miles de kilómetros del alma de Calakmul

Negar, minimizar, mentir: la fórmula de Layda Sansores para encubrir un error histórico. Su gobierno dejó pasar los plazos y Campeche perdió parte de su territorio.

10/31/20252 min read

“Ni se ha abierto ese pleito”, dijo la gobernadora Layda Sansores con su habitual tono de soberbia. Pero los hechos la desmienten. El litigio por el territorio de Calakmul ya avanza en la Suprema Corte, y Campeche ya quedó fuera del proceso por una omisión imperdonable: su gobierno no promovió a tiempo la controversia constitucional.

El resultado de esta negligencia es devastador. Más de 6,000 kilómetros cuadrados, una zona de gran valor ambiental, cultural y estratégico, están a punto de quedar bajo jurisdicción de Quintana Roo. La región conocida como el “Punto PUT” representa una extensión vital del corazón selvático campechano. Pero mientras Quintana Roo y Yucatán presentaban sus argumentos, el gobierno de Sansores estaba distraído en expropiaciones mediáticas y espectáculos políticos.

El consejero jurídico de Quintana Roo, Carlos Fuentes del Río, fue claro: “Campeche ya quedó fuera porque no promovió oportunamente la controversia.” Su frase cayó como un golpe en el orgullo campechano. Mientras otros estados actuaban con estrategia, el gobierno de Morena en Campeche se dormía en los laureles, creyendo que con discursos de “resistencia y amor al pueblo” se pueden ganar disputas legales.

Layda Sansores intenta maquillar su error hablando de “trabajos culturales y deportivos” en la zona de conflicto. En su mundo de fantasía política, organizar partidos de fútbol reemplaza la defensa territorial. Pero la realidad es brutal: su omisión costará a Campeche un pedazo de su mapa. Miles de habitantes de Xpujil y comunidades aledañas quedarán bajo otro gobierno, sintiéndose abandonados por quienes juraron protegerlos.

Lo más indignante es su actitud de burla ante la gravedad del tema. Mientras los campechanos exigen respuestas, Sansores se refugia en su arrogancia. Su frase “¿de dónde inventan?” pasará a la historia como el símbolo de un gobierno desconectado, improvisado y autocomplaciente.

La pérdida de Calakmul no es solo una derrota legal; es una derrota moral. Campeche ha sido víctima de la indiferencia y la torpeza de un gobierno que no sabe gobernar. Lo que Layda Sansores intenta esconder con palabras vacías, los campechanos lo sienten como una herida profunda. Porque cuando un gobernante deja ir su territorio, también deja ir su honor.

Y hoy, Campeche —que alguna vez fue orgullo del sureste— es ejemplo nacional de cómo un estado puede perder su tierra por culpa de una gobernadora que solo gobierna para la foto.