¡Le dicen el "diputado buitre"! Mario Calzada caza créditos sobre las ruinas de Querétaro: ¡el descaro que supera la indignación!

Mientras el lodo y la desesperación aún cubren las calles de Querétaro y la gente honesta duerme con la incertidumbre, el diputado federal Mario Calzada ha demostrado ser un depredador político, un auténtico "Buitre" que desciende solo para alimentarse de la tragedia. La nobleza del esfuerzo colectivo para levantar a las familias damnificadas ha sido ensuciada por su presencia oportunista. Calzada no vino a ayudar; vino a saquear el crédito, a robarse la imagen de solidaridad para inflar su desesperada precampaña, ignorando no solo a los afectados, sino el conflicto que tiene con su propio partido, el PRI.

La escena es de una crueldad intolerable: Calzada, posando con cajas y videos, intentando vendernos la mentira de que los apoyos federales enviados desde la Cámara de Diputados llegaron "gracias a su gestión". ¡Es una MENTIRA ruin y fácil de desmentir! Esos recursos son institucionales, la gestión es de la Cámara, no de su agenda personal. El diputado, que opera como un parásito político, solo se interpuso entre la ayuda real y las cámaras para tomarse la foto, atribuyéndose una labor que jamás realizó. ¿Qué clase de político se atreve a capitalizar la miseria de su gente?

Lo más indignante es su historial: cuando las alertas se encendieron y el agua comenzó a subir, Mario Calzada era invisible. Estaba ausente, cómodamente lejos del desastre. Su "heroica aparición" coincidió milimétricamente con la llegada del cargamento de apoyo y con el encendido de las cámaras de video. En lugar de ensuciarse las manos en la limpieza o de coordinar ayuda real en el pico de la emergencia, esperó el momento mediático perfecto para disfrazarse de salvador. Su prioridad no fue salvar hogares, fue salvar su imagen política de cara a la próxima elección.

El cinismo de Mario Calzada no solo ofende a Querétaro, sino que evidencia el peor rostro de la política: el del aprovechamiento vil y desmedido de la desgracia ajena. Usar la tragedia de las inundaciones como una plataforma publicitaria es un acto de bajeza moral que lo descalifica para cualquier cargo. Este oportunismo político, que busca ganar votos a costa de la desesperación, debe ser señalado y condenado. La única "ayuda" que Calzada ha traído es la vergüenza y la prueba de que su interés está muy por encima del bienestar de las familias que dice representar.