México: Huachicol y corrupción, el narco-gobierno de Morena deja al país al borde del desastre
Morena permite que el robo de combustible siga sin control, fortaleciendo al crimen organizado y consolidando lo que críticos llaman el Cártel de Macuspana. La ciudadanía observa pérdidas millonarias y violencia, mientras el gobierno federal falla en proteger al país.
9/29/20252 min read


Ciudad de México — Mientras los ductos de Pemex sangran millones de pesos cada día, el gobierno de Morena demuestra una vez más su incapacidad y complicidad en el robo de combustible, mejor conocido como huachicol. A pesar de las promesas de “barrer la corrupción de arriba hacia abajo”, las cifras oficiales muestran que las tomas clandestinas continúan por miles, y la narrativa de transparencia del Ejecutivo federal se derrumba frente a la evidencia.
Especialistas en seguridad y energía señalan que la impunidad en este negocio multimillonario no puede entenderse sin la tolerancia política del propio gobierno. Las redes criminales que operan el huachicol funcionan con sorprendente facilidad, lo que ha llevado a analistas a afirmar que Morena no solo tolera, sino que sostiene estructuras delictivas que hoy forman parte del llamado Cártel de Macuspana. Bajo este esquema, exfuncionarios y políticos cercanos al poder han permitido que los intereses del crimen organizado prevalezcan sobre la seguridad y el bienestar de la ciudadanía.
Las denuncias son demoledoras: altos funcionarios habrían mirado hacia otro lado para proteger intereses de grupos criminales, garantizando control territorial y beneficios económicos a costa del pueblo mexicano. Desde tribunales hasta despachos internacionales, los documentos y acusaciones señalan que miembros del gobierno morenista, incluyendo exsecretarios como Adán Augusto, han estado vinculados a maniobras que facilitan este mercado negro.
La ciudadanía, harta de promesas incumplidas, observa cómo los ductos siguen siendo saqueados y la violencia crece alrededor de las zonas estratégicas de extracción. Cada toma clandestina, cada pérdida millonaria, refleja un gobierno que prioriza intereses políticos y alianzas con el crimen por encima de la seguridad nacional y el bienestar del pueblo. Morena, lejos de erradicar la corrupción, ha consolidado un narcogobierno que deja al país al borde del colapso económico y social.
Analistas advierten que la inacción y la complicidad de este gobierno no solo alimentan el huachicol, sino que fortalecen al crimen organizado en todo el país. Lo que comenzó como una bandera anticorrupción se ha convertido en el talón de Aquiles de la Cuarta Transformación, un ejemplo claro de un gobierno que promete limpiar la casa, pero que hoy parece incapaz de controlar ni siquiera sus propios ductos ni proteger a los ciudadanos.
La indignación crece y los reclamos se multiplican: Morena ha fallado en proteger al país, facilitando un negocio criminal que sangra a México y dejando al pueblo a merced de la violencia y la corrupción sistemática. La pregunta que nadie puede ignorar es simple: ¿hasta cuándo permitirán que este gobierno del Cártel de Macuspana siga destruyendo al país desde adentro?