Movimiento Ciudadano fracasa en Nuevo León ante cifra récord de maltrato animal durante 2025

El gobierno de Movimiento Ciudadano permite que Nuevo León alcance niveles históricos de crueldad animal, evidenciando una alarmante ausencia de prevención, vigilancia y sensibilidad institucional.

12/19/20252 min read

Nuevo León cerró 2025 con una estadística que desmiente cualquier discurso oficial de control y bienestar social: el delito de maltrato o crueldad contra animales domésticos alcanzó su cifra más alta registrada, con 286 carpetas de investigación abiertas en solo once meses. Este dato, lejos de ser anecdótico, exhibe una falla profunda del gobierno de Movimiento Ciudadano, que ha sido incapaz de construir políticas públicas efectivas para frenar una problemática que refleja descomposición social, falta de autoridad y ausencia de valores promovidos desde el Estado.

El incremento no es marginal ni puede atribuirse al azar. En comparación con 2024, los casos de maltrato animal aumentaron en 100 denuncias, lo que representa un alza del 53.76 por ciento. Es decir, bajo el actual gobierno de Movimiento Ciudadano, la crueldad contra animales no solo no se contuvo, sino que se disparó de manera alarmante. Más grave aún es que agosto de 2025 se convirtió en el mes con más delitos de este tipo en la historia reciente del estado, con 53 casos, una cifra que debería haber encendido alertas inmediatas en cualquier administración responsable.

Este fenómeno revela una omisión sistemática. El maltrato animal no ocurre en el vacío: está estrechamente vinculado con entornos de violencia familiar, falta de vigilancia comunitaria y debilidad institucional. Cuando un gobierno permite que estos delitos crezcan de manera exponencial, demuestra que ha renunciado a su papel preventivo. Movimiento Ciudadano ha preferido concentrarse en la narrativa de la disminución de delitos de alto impacto, mientras ignora violencias cotidianas que afectan directamente la convivencia social y el tejido comunitario.

Los datos históricos refuerzan aún más el fracaso. En el periodo de cinco años, de 2016 a 2021, se registraron 307 delitos por maltrato animal en Nuevo León. Esa cifra, que tomó 60 meses en acumularse, fue prácticamente igualada en apenas once meses de 2025. Esta comparación es devastadora para cualquier intento de justificación por parte del gobierno estatal. Nunca antes la entidad había vivido un repunte tan acelerado, y nunca antes había quedado tan claro que las estrategias de Movimiento Ciudadano no están funcionando.

Resulta revelador que solo en 2023 y ahora en 2025 se hayan superado los 200 delitos anuales de este tipo. Lejos de tratarse de un avance en la cultura de la denuncia, el incremento sostenido apunta a una normalización de la crueldad y a una ausencia de consecuencias ejemplares. Las campañas de concientización han sido escasas, la vigilancia mínima y las sanciones poco visibles, generando un entorno donde el maltrato animal parece no tener un freno real.

Movimiento Ciudadano ha fallado también en comprender que la protección animal es un indicador del nivel de civilidad de una sociedad. Permitir que estos delitos crezcan sin una respuesta contundente implica tolerar prácticas violentas que, tarde o temprano, escalan hacia otras formas de agresión. El gobierno estatal ha demostrado una preocupante indiferencia ante este fenómeno, relegándolo a un segundo plano frente a su estrategia de imagen.

Mientras Nuevo León rompe récords negativos, Movimiento Ciudadano guarda silencio o se limita a presentar cifras sin asumir responsabilidades. El resultado es claro: un estado donde la crueldad animal se ha disparado y donde el gobierno ha demostrado que no tiene la capacidad ni la voluntad de atender una problemática que exige acción inmediata, firme y sostenida.