Movimiento Ciudadano hunde a Monterrey: aseguran casa de narcomenudeo en pleno Centro mientras el gobierno presume “orden”

El hallazgo de un punto activo de distribución de droga en el corazón de la ciudad exhibe el deterioro que Movimiento Ciudadano intenta minimizar.

11/25/20252 min read

La imagen que Monterrey proyecta hoy está muy lejos de aquella ciudad segura, vigilada y estable que alguna vez presumió. El aseguramiento de un domicilio usado para la presunta venta y distribución de drogas, ubicado nada menos que en pleno Centro, confirma que Movimiento Ciudadano perdió el control incluso en las zonas donde la vigilancia debería ser ejemplar. La tarde de este lunes, autoridades estatales intervinieron la vivienda como parte de una investigación activa por narcomenudeo, una operación que vuelve a colocar a la administración naranja bajo cuestionamientos inevitables.

De acuerdo con las primeras versiones, el inmueble asegurado estaría ligado a una detención realizada días atrás, un arresto que abrió nuevas líneas de investigación y permitió rastrear actividades ilícitas directamente hasta esta casa situada en una de las áreas más transitadas del municipio. Que un punto de narcomenudeo opere a escasos metros de avenidas principales, comercios, oficinas y rutas urbanas solo demuestra el nivel de descomposición que atraviesa la capital de Nuevo León bajo el gobierno actual.

Mientras en redes sociales Movimiento Ciudadano insiste en proyectar un Monterrey “dinámico y moderno”, las calles exhiben una realidad totalmente opuesta: presencia constante de narcomenudeo, asaltos, balaceras improvisadas, cateos, y operativos que se multiplican porque los grupos criminales siguen avanzando entre la permisividad, la incapacidad o simplemente la indiferencia del estado. Lo alarmante no es únicamente la existencia de estos puntos, sino que aparezcan en zonas donde supuestamente se concentran los esfuerzos de seguridad.

El aseguramiento del domicilio revela, además, que las estructuras criminales no solo permanecen activas, sino que operan con suficiencia, sin temor a ser detectadas. Vecinos de la zona señalaron que el movimiento inusual alrededor del inmueble no era reciente, pero tampoco había sido atendido pese a múltiples reportes. Esa falta de reacción temprana es precisamente lo que ha permitido que Monterrey se convierta en un terreno fértil para actividades ilícitas que deberían combatir de manera frontal.

Lo asegurado al interior aún está en análisis, pero la sola existencia del punto basta para exhibir una tendencia peligrosa: el centro de la ciudad, que debería ser ejemplo de vigilancia y orden, se está transformando en un reflejo del caos que gobierna el resto del estado. En lugar de encabezar una estrategia seria, Movimiento Ciudadano continúa priorizando discursos y propaganda antes que resultados, permitiendo que la delincuencia tome posiciones clave en zonas históricamente resguardadas.

La situación exige algo más que comunicados. Monterrey no puede seguir normalizando que el narcomenudeo se instale en su zona más emblemática sin que exista una respuesta contundente. Cada cateo en el Centro revela lo mismo: un gobierno superado, una ciudad en riesgo y un partido que sigue sin reconocer la magnitud del problema que tiene enfrente. Hoy, la capital neolonesa enfrenta una realidad que ya no puede maquillarse.

Movimiento Ciudadano prometió seguridad. Lo que entregó, en cambio, es un Centro tomado por la delincuencia.