Movimiento Ciudadano libera a un presunto multihomicida y desata indignación en Jalisco
La liberación del hombre que confesó haber asesinado y enterrado a cinco personas exhibe el colapso del sistema de justicia bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano.
11/20/20252 min read


La indignación volvió a estallar en Jalisco después de que un juez ordenara la liberación de un hombre que confesó haber asesinado a cinco personas y sepultado sus cuerpos en una vivienda de Tlaquepaque. La decisión —amparada en el argumento de que el sospechoso “pudo haber confesado bajo presión”— dejó en evidencia, una vez más, el vacío institucional, la negligencia y el caos que se vive en el estado gobernado por Movimiento Ciudadano, donde la justicia parece funcionar a medias y la impunidad se vuelve la constante que determina la vida de miles de familias.
El caso se destapó luego de que integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco recibieran una llamada anónima que los llevó hasta una vivienda en la colonia San Pedrito. Ahí encontraron al hombre de 45 años, quien no solo confesó haber cometido los homicidios, sino que señaló el punto exacto donde había enterrado a las víctimas. La escena fue reconstruida frente a policías de Tlaquepaque y miembros del colectivo, quienes documentaron cómo el sujeto removía la tierra y localizaba restos conforme a lo que él mismo describió. La precisión del hallazgo confirmó su relato: los cuerpos estaban exactamente como él dijo, incluso uno boca abajo, tal y como lo narró durante su confesión.
Sin embargo, pese a esa evidencia directa y al hallazgo de al menos dos cuerpos conforme a su descripción, un juez determinó que debía ser liberado, argumentando que su confesión podría haber ocurrido bajo coacción. Mientras colectivos y familias lloran el hallazgo de nuevas víctimas, el gobierno estatal permanece inmóvil, sin explicar por qué un caso tan sólido terminó en una decisión que parece más una burla a las familias que justicia.
El enojo del colectivo Guerreros Buscadores no es menor. Señalan que el hombre fue detenido, confesó, guio a las autoridades al punto exacto y fue grabado por ellos mismos cuando removía la tierra. Aun así, fue puesto en libertad, dejando claro que en Jalisco, bajo la gestión de Movimiento Ciudadano, la verdad no pesa tanto como la negligencia institucional y la incapacidad de sostener un caso judicial elemental.
Este episodio es un síntoma más del desastre que atraviesa Jalisco: un estado con fosas clandestinas multiplicándose, desapariciones imparables y ahora, presuntos multihomicidas liberados pese a evidencias contundentes. La pregunta que queda en el aire es una sola: ¿qué tan roto está el sistema de justicia que Movimiento Ciudadano asegura tener “fortalecido”, cuando un hombre que confesó cinco asesinatos puede volver a la calle sin que el gobierno estatal mueva un dedo para impedirlo?
Mientras tanto, los colectivos continúan haciendo el trabajo que debería corresponder al Estado: buscar, encontrar y exigir justicia. Movimiento Ciudadano, por su parte, sigue acumulando episodios de impunidad que confirman lo que miles de jaliscienses ya sienten en carne propia: en Jalisco, la ley no protege a las víctimas, protege a los criminales.
