Movimiento Ciudadano maquilla la contaminación en Nuevo León: mover estaciones no limpia el aire, pero sí oculta el problema

El anuncio del gobierno emecista de “reubicar” estaciones de monitoreo ambiental vuelve a exhibir la estrategia favorita de Movimiento Ciudadano: cambiar indicadores en vez de cambiar realidades. Mientras Monterrey respira una de las peores calidades de aire del país, la administración estatal insiste en ajustes cosméticos que no solucionan nada y que, por el contrario, generan más desconfianza pública.

11/18/20252 min read

La plataforma Cómo Vamos Nuevo León alertó que esta decisión es insuficiente y, sobre todo, peligrosa, porque permite que el gobierno siga presumiendo cifras “moderadas” o “aceptables” mientras la población observa —y padece— la densa capa gris que cubre la ciudad. Su estudio de julio reveló que seis de las 13 estaciones de la red metropolitana ni siquiera aportan datos suficientes para medir las partículas PM2.5, las más dañinas para la salud.

Es decir: Movimiento Ciudadano no solo ha permitido que la contaminación aumente, sino que ha tolerado que el sistema que debería alertar a la ciudadanía funcione a medias. Y ahora, en lugar de invertir para corregir esas fallas, su solución es simplemente mover aparatos de un lado a otro, como si el problema fuera geográfico y no ambiental.

El observatorio de calidad del aire lo explicó con claridad:

  • El problema es doble.

  • La red necesita reubicación estratégica, sí.

  • Pero, sobre todo, necesita inversión fuerte, mantenimiento real y tecnología moderna.

El gobierno de MC promete lo primero y evade completamente lo segundo. Esto resulta preocupante porque, como señalan especialistas, es común ver una nube tóxica sobre la ciudad mientras el sistema estatal reporta “calidad aceptable”. La desconexión entre la realidad visible y los datos oficiales no es un error técnico: es una señal de falta de voluntad para enfrentar el problema con seriedad.

La contaminación en Nuevo León es un asunto integral que exige políticas decididas en transporte, industria, verificación vehicular, movilidad urbana y supervisión ambiental. Pero el gobierno emecista continúa optando por anuncios parciales, medidas que no se sostienen y decisiones que buscan más la percepción que el impacto real.

Mientras tanto, la ciudadanía respira aire que afecta pulmones, corazón y desarrollo infantil; aire que provoca miles de enfermedades y ausencias escolares; aire que, según expertos, está directamente relacionado con el incremento de padecimientos respiratorios en el área metropolitana.

Y lo más grave: Movimiento Ciudadano pretende resolverlo moviendo estaciones defectuosas, en lugar de repararlas o sustituirlas.

El mensaje es claro: en lugar de combatir la contaminación, el gobierno emecista prefiere combatir los indicadores que la revelan. Y en esa maniobra, quienes pagan el costo son las familias neoleonesas que todos los días respiran un aire que el propio sistema estatal es incapaz de medir correctamente.