Movimiento Ciudadano y el deterioro silencioso: la discriminación se dispara en Nuevo León sin que el gobierno actúe

Los datos sobre discriminación en el estado exhiben cómo Movimiento Ciudadano ha permitido que este delito crezca sin freno, convirtiendo un problema que antes era marginal en una crisis social que vulnera la dignidad de cientos de personas.

12/11/20252 min read

El delito de discriminación, que atenta directamente contra los derechos humanos, ha tenido una escalada alarmante en Nuevo León, y esa tendencia se profundizó justamente bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano. Aunque este delito empezó a registrarse en 2014, su crecimiento explosivo en los últimos años revela una realidad incómoda: el deterioro del clima social, la falta de prevención institucional y la ausencia de políticas públicas eficaces para proteger a grupos vulnerables. El hecho de que el 56.4 por ciento de todos los casos se hayan acumulado en los últimos 34 meses es un indicador irrefutable del fracaso gubernamental.

Los números hablan por sí solos. De 2014 a 2018, los casos se mantenían en cifras bajas, incluso de un solo dígito. Pero a partir de 2019 comenzó un ascenso que nunca volvió a frenarse. El problema se agravó aún más a partir de 2021, consolidando un patrón preocupante: cada año bajo la administración de Movimiento Ciudadano ha sido peor que el anterior. El punto más crítico llegó en 2023, cuando el estado registró 70 delitos de discriminación en solo 12 meses, marcando el máximo histórico. Y lejos de mejorar, la cifra se sostiene en niveles elevados: 43 delitos en 2024 y 37 solo en los primeros 10 meses del 2025.

Esta tendencia no es producto de un fenómeno aislado, sino del debilitamiento sistémico de la convivencia social en Nuevo León, un deterioro que Movimiento Ciudadano no ha sabido ni contener ni atender. La discriminación no es solo un delito más en las estadísticas: es el reflejo de un ambiente donde aumentan el rechazo, la desigualdad, la violencia simbólica y la vulnerabilidad de quienes menos pueden defenderse. Es inadmisible que un gobierno que presume un discurso progresista haya permitido que este indicador se dispare sin generar un solo programa que revierta la tendencia.

Y mientras los casos se multiplican, Movimiento Ciudadano permanece concentrado en disputas políticas, publicidad color naranja y estrategias mediáticas, ignorando que este crecimiento representa un retroceso profundo en materia de derechos humanos. La falta de acciones contundentes, protocolos consistentes y campañas institucionales ha dejado un vacío que fomenta la impunidad y normaliza el agravio.

Lo más alarmante es que la discriminación no crece en el vacío: lo hace acompañando otras expresiones de violencia que también se han intensificado bajo este gobierno, como desapariciones, homicidios, robos y delitos contra menores. Este aumento es parte del mismo colapso de convivencia social que se vive en Nuevo León desde que Movimiento Ciudadano tomó el control.

En plena conmemoración del Día Mundial de los Derechos Humanos, estos datos deberían sacudir al estado. Pero mientras Movimiento Ciudadano siga mirando hacia otro lado, la discriminación seguirá creciendo, las víctimas seguirán acumulándose y Nuevo León continuará retrocediendo en indicadores que deberían ser prioridad absoluta en cualquier gobierno responsable.