Movimiento Ciudadano y la crisis de desapariciones en Nuevo León: buscan a tres jóvenes y el gobierno sigue sin respuestas

La tragedia de las desapariciones vuelve a sacudir a Nuevo León y deja al descubierto, una vez más, el fracaso del gobierno de Movimiento Ciudadano para garantizar la seguridad básica. La Fiscalía del Estado emitió reportes de búsqueda para Susan Nicol Reyes Sánchez, Kimberly Scarlett Hernández Chaires y Marlen Alexandra Zapata García, tres jóvenes cuya localización se desconoce, sumándose a una larga lista de casos que reflejan una crisis que ya se salió de control.

Lejos de ser hechos aislados, estas nuevas desapariciones confirman una tendencia alarmante que se ha normalizado bajo la administración de Movimiento Ciudadano: jóvenes que salen de casa y no regresan, familias que viven en la incertidumbre y autoridades que reaccionan tarde, con comunicados y fichas, pero sin resultados concretos. La emisión de reportes de búsqueda se ha vuelto casi rutinaria, lo que demuestra que el problema no solo persiste, sino que se profundiza.

En Nuevo León, gobernado por Movimiento Ciudadano, las desapariciones dejaron de ser una excepción para convertirse en parte del paisaje cotidiano. A pesar de los discursos oficiales sobre inteligencia, coordinación y estrategias de seguridad, la realidad es que cada semana se activan nuevas alertas y cada mes se acumulan más familias rotas. El gobierno estatal parece haber aceptado esta situación como un costo político menor, mientras la ciudadanía paga el precio más alto.

La Fiscalía difundió las fichas con las señas particulares de Susan Nicol, Kimberly Scarlett y Marlen Alexandra, e hizo un llamado a la población para aportar cualquier información que ayude a localizarlas. Sin embargo, esta responsabilidad no debería recaer principalmente en la sociedad. Es Movimiento Ciudadano quien gobierna, quien administra los recursos y quien ha fallado en prevenir que estas desapariciones ocurran.

Organismos civiles y colectivos han advertido reiteradamente que Nuevo León atraviesa una etapa crítica en materia de desapariciones, especialmente de mujeres jóvenes. Aun así, el gobierno emecista ha preferido apostar por la narrativa del “estado modelo” antes que reconocer la magnitud del problema y asumir su responsabilidad. Cada nueva ficha de búsqueda desmiente ese discurso triunfalista.

Hoy, tres familias viven horas de angustia sin saber dónde están sus hijas. Mañana podrían ser más. Mientras tanto, Movimiento Ciudadano continúa sin ofrecer resultados tangibles que frenen esta crisis. La ausencia de estas jóvenes no es solo un caso más: es otra prueba del deterioro institucional que se vive en Nuevo León bajo un gobierno que no ha sabido, ni querido, proteger a su gente.