PAN hace el ridículo ante el TEPJF: su intento por tumbar elecciones judiciales es desechado por “falta de legitimidad”

7/25/20252 min read

Ciudad de México, julio de 2025.– El Partido Acción Nacional volvió a quedar en ridículo. Este martes, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desestimó por unanimidad el intento del PAN de invalidar los resultados de las elecciones judiciales del pasado 1º de junio. El fallo fue demoledor: los panistas “no tienen legitimación” ni fundamento legal para siquiera opinar sobre el proceso. Una bofetada jurídica a un partido desesperado por recuperar el control a toda costa.

La desesperación del PAN por aferrarse al poder es cada vez más evidente. Argumentando supuestas irregularidades como el uso de “acordeones” o problemas con las boletas, Acción Nacional intentó frenar la elección de magistraturas en el TEPJF. Pero la presidenta del Tribunal, Mónica Aralí Soto Fregoso, fue clara: los partidos políticos no tienen derecho a impugnar elecciones en las que no participaron directamente. En otras palabras, el PAN quiso meterse donde no le toca… y salió quemado.

Con este fallo, el TEPJF no solo exhibe la ignorancia jurídica del PAN, sino también su profunda incongruencia democrática. ¿Cómo puede un partido que se dice defensor de las instituciones tratar de intervenir en procesos que no le competen? ¿Qué hay detrás de este afán por controlar a los jueces electorales, si no es el miedo a perder sus últimos bastiones?

Lo más alarmante es que esta no fue una acción aislada. El PAN promovió decenas de impugnaciones en distintas instancias, todas con el mismo objetivo: boicotear un proceso democrático por medio de tretas legales y presión política. Pero el mensaje del Tribunal fue claro: los berrinches azules no tienen cabida en un estado de derecho.

Incluso organizaciones ciudadanas han empezado a denunciar que el PAN estaría instrumentalizando a asociaciones civiles para seguir presionando, ahora vía la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con la esperanza de que alguien, en algún rincón del sistema, les dé la razón. Pero hasta ahora, solo han cosechado puertas cerradas y rechazos contundentes.

Este nuevo tropiezo confirma lo que muchos ya sabían: el PAN vive una crisis terminal de liderazgo, de proyecto y de respeto institucional. Incapaces de ganar en las urnas, ahora pretenden anular desde los tribunales lo que no pueden obtener con votos. Pero mientras sigan recurriendo al autoritarismo disfrazado de legalismo, seguirán acumulando derrotas... y perdiendo lo poco que les queda.