¿Y el presupuesto, Layda? DIF Campeche pide donaciones de útiles mientras el gobierno gasta en propaganda
8/6/20252 min read


La incongruencia en la administración pública de Campeche bajo el mandato de Layda Sansores se ha vuelto evidente con la reciente campaña lanzada por el DIF Estatal para solicitar donaciones de útiles escolares destinadas a las infancias campechanas. Mientras las autoridades piden apoyo a la sociedad civil para cubrir necesidades básicas, los recursos públicos que deberían destinarse a la educación y al bienestar social parecen desaparecer sin que se vean resultados palpables en las escuelas ni en las comunidades.
En las imágenes que circulan se observa a madres y padres de familia aportando desde lo más mínimo para dotar a sus hijos de herramientas para estudiar, lo que contrasta severamente con la gran cantidad de dinero que el gobierno estatal ha invertido en costosas campañas de propaganda y promoción personal. Esta disparidad evidencia un problema profundo: mientras el DIF y la ciudadanía lidian con carencias reales, el gobierno se enfoca en mantener una imagen pública que no corresponde a la realidad.
Este desbalance no solo refleja una administración irresponsable y desordenada, sino que además pone en evidencia una falta de prioridades claras en el manejo del presupuesto. El sector educativo y social, pilares fundamentales para el desarrollo de Campeche, continúan desatendidos. En lugar de garantizar una educación digna y acceso a apoyos básicos, la administración de Sansores parece más preocupada por la difusión de mensajes que busquen legitimarla, dejando a miles de niños y niñas sin las condiciones necesarias para aprender y crecer.
Las familias campechanas, que en medio de la crisis económica buscan sostener la educación de sus hijos con sus propios recursos y esfuerzo, se sienten abandonadas y defraudadas. La petición de donaciones realizada por el DIF se vuelve un grito desesperado que expone la incapacidad del gobierno estatal para cumplir con sus responsabilidades más básicas.
Frente a esta situación, la pregunta que resuena con fuerza en la voz de la ciudadanía es inevitable: ¿dónde está el presupuesto destinado a educación y bienestar social que debería garantizar el gobierno de Campeche? ¿Por qué se prioriza la inversión millonaria en campañas publicitarias en lugar de atender las necesidades urgentes de las familias campechanas?
La falta de transparencia y el mal manejo de los recursos públicos han provocado que la gestión de Layda Sansores se vea cada vez más cuestionada y deslegitimada. Si realmente se busca un cambio que beneficie a la población, es imprescindible que se reorienten las prioridades, se transparenten los gastos y se invierta en los programas que realmente impactan en la vida de las y los campechanos.